10 estrategias para reducir el estrés laboral

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Definimos el estrés como el efecto sobre el bienestar que provoca que las demandas del entorno sobrepasan los propios recursos ¡Descúbrelo en este post!

Ya que es difícil no tener estrés en la sociedad en la que vivimos (ponerse al día en nuevas tecnologías, difícil acceso al mercado laboral, sobrecarga de trabajo, incertidumbre, combinación de vida personal con vida profesional), necesitamos fórmulas para poder o bien eliminarlo o bien disminuir al máximo los efectos que produce en nuestro organismo.

Nos centraremos en el estrés profesional, es decir, aquél derivado del trabajo y le daré diez estrategias de gestión. Empezaremos por la más importante:

Establecer buenas relaciones con los compañeros
Este es el factor determinante para poder tolerar más o menos estrés. La red social, sentirse valorado por los compañeros, tenido en cuenta, apoyado en los momentos difíciles, sentirse entendido ante las dificultades, es la herramienta con la que contamos los humanos más potente para tolerar mejor lo que nos sobrepasa. Si, además, tenemos la posibilidad de compartir con nuestro entorno todo lo que nos genera sensación de descontrol, la estrategia es aún más potente. Si en la institución en la que trabaja hay buenas relaciones con los compañeros, es usted afortunado en este aspecto y será más resistente cuando se sienta abrumado por las circunstancias del trabajo. Si lleva un equipo de personas, fomente las buenas relaciones, mire de establecer un buen clima de trabajo entre todas ellas.

Organice y organícese
Si usted tiene la sensación de que no llega a todo pero no está organizado, antes de pedir ayuda es necesario que se organice. Si lleva un equipo de personas, para trabajar bien, las herramientas que usan para trabajar deben estar en condiciones, el espacio debe estar ordenado, las cosas deben estar en su lugar. Valores como el cumplimiento de plazos, la puntualidad, el orden, etc. son necesarios para trabajar bien. No es necesario llegar al extremo pero es difícil trabajar bien si estos valores básicos no se siguen.

Su espacio de trabajo debe ser operativo, no sólo para usted, también para todos aquellos que trabajan con usted. No todo el mundo trabaja bien con el mismo nivel de orden; tal vez usted es de los que trabaja con una mesa llena de papeles y trabaja bien; o quizás lo necesita tener todo en su lugar y gestionar los asuntos de uno en uno. Sea como sea, un buen criterio para saber si trabaja bien es saber el tiempo que tarda en encontrar una información cada vez que la necesita. El tiempo dedicado a buscar cuando no encontramos las cosas es un tiempo que nos avisa de algo susceptible de mejora.

Delegue
Si usted está sobrecargado de tareas, una opción para tener una lista menos cargada es delegar; pero piense en los otros también, si ellos están como usted, lo único que hará es cambiar el problema de persona, pero el problema seguirá existiendo. La delegación bien entendida -no pasar tareas que no apetecen hacer- es una herramienta que contribuye al crecimiento organizativo, ayuda a la maduración y la adquisición de nuevos aprendizajes. Tenga en cuenta que debe delegar en alguien que tenga ganas de hacer el trabajo propuesto, tiempo, capacidad y conocimientos. Y cuando delegue, valore si hay que decir cómo hacer las cosas; tenga en cuenta que con personas con iniciativa y seguridad en sí mismas, la mejor manera de convertir en talento de rendimiento es decir qué hay que hacer, para cuando tiene que estar hecho y dejar campo por recorrer. El talento siempre encuentra el camino de menor resistencia, y es aquel que pasa por las capacidades de cada uno.

Ponga límites
A menudo cuando uno asume tareas que cree que no debería asumir o cuando no pone palabras a las cosas que le generan incomodidad, se queda, «mal». La asertividad es la herramienta que nos ayuda a nivel individual a combatir este sentimiento incómodo. Expresar en el momento oportuno, a la persona indicada, en el contexto adecuado y de una manera respetuosa lo que nos ha molestado nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos y al mismo tiempo intenta no incomodar a nuestro interlocutor. Conviene tener claro también que ser asertivos no asegura que el otro se tome bien lo que decimos. Por la misma regla, podemos ser agresivos con una persona y que ella no lo viva mal; en todo caso, si somos asertivos es más probable que nosotros nos quedemos bien con nosotros mismos y nuestro interlocutor reciba mejor nuestro mensaje. Una organización asertiva no guardará el malestar, la incomodidad; las personas expresarán lo que sienten, aunque expresar no implica automáticamente que el entorno nos haga caso, pero sí genera una cultura en la que las cosas se pueden expresar de manera respetuosa.

Respire conscientemente
Respirar es necesario para vivir, pero si respiramos mejor, viviremos mejor. Tal vez usted no ha puesto nunca mucha atención en cómo respira, las personas que se han formado en este tema saben que si respiramos usando de manera adecuada el diafragma, inhalamos más aire y ventila mejor. Si practicamos esta respiración tendremos menos ansiedad, menos depresión, menos fatiga y contribuiremos a que las células de nuestro organismo oxigenen mejor. Es cierto que si nunca hemos puesto atención en este aspecto, no es realista pretender en pocos días respirar siempre usando el diafragma. Una propuesta más realista es, una vez haya aprendido a respirar usando el diafragma, tratar de hacerlo unas cuantas veces a lo largo del día. Quizá por la mañana, al levantarse, antes de comenzar con el ritmo del día, puede ser un buen momento; tal vez antes de iniciar una tarea difícil, quizás cuando vaya a dormir. Si además, mientras practica la respiración le entra el sueño, pues perfecto .

Relajación progresiva de Jacobson
Edmon Jacobson fue un médico que hacia el año 1929 ideó la conocida «relajación progresiva de Jacobson». Se trata de, en pocos minutos y un poco de práctica, conseguir un estado de relajación corporal y liberar la tensión que el estrés nos hace acumular en nuestro cuerpo. La idea es trabajar con el propio cuerpo tensando y destensando grupos de músculos durante pocos segundos, de manera que con un par de pases conseguimos destensar la tensión que nos acompaña.

Ciertamente, conforme practicamos este ejercicio, seremos capaces de relajarnos más en menos tiempo, así que habrá que dedicar más tiempo a los primeros días para conseguir una cierta relajación.

Mindfulness
Investigando sobre el estrés, el profesor emérito de la facultad de medicina de la Universidad de Massachusetts, Jon Kabat-Zinn, creó, en el año 1979, el programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction). Es un programa de ocho semanas que tiene como objetivo la mejora de la atención y la reducción del malestar o el estrés, de este modo se pueden gestionar mejor las situaciones complejas que se presentan a lo largo de la vida.

Hay autores que afirman que el programa ayuda a aumentar la resiliencia, el bienestar, la salud física y psicológica, refuerza las competencias y permite más presencia y más empatía; que podremos conectar mejor con las personas con las que interactuamos y reduciremos el nivel de conflictividad.

Biofeedback
El biofeedback consiste en aumentar la conciencia y el control de algunos procesos internos como son la tensión muscular, la tasa cardiaca o la temperatura de la superficie de la piel que normalmente nos pasan por alto; esta práctica necesita la ayuda de un profesional que mediante el uso de aparato nos oriente y nos dé herramientas para conseguir este objetivo.

Haga ejercicio
El ejercicio ayuda a que se liberen endorfinas, un opiáceo endógeno que ayuda a que nos sintamos mejor emocionalmente y físicamente, así que es una forma natural de tratar de sentirse bien. Ahora bien, si tiene que elegir qué tipo de práctica deportiva hace, elija algo que le guste, y sobre todo, sea regular, no es necesario que sea muy intenso: hay autores que recomiendan que mientras la practique debe poder hablar y no debería de poder cantar. A menudo, las personas, cuando nos iniciamos en alguna práctica deportiva tenemos un inicio entusiasta y poco a poco la motivación y la dedicación va disminuyendo; teniendo esto en cuenta, márquese un objetivo realista que pueda alcanzar con cierta facilidad (no se ponga un hito excesivo que quizás está muy bien, pero no será capaz de alcanzar).

Haga menos cosas
Y finalmente, si usted está estresado y practicar mindfulness, ir a sesiones de biofeedback o hacer ejercicio son factores que todavía le generan más estrés, deje de hacer cosas. Mírese la agenda, revise los compromisos, hable con sus compañeros, colaboradores, pareja, amigos, conocidos y deje de hacer algunas de las cosas que le causan estrés. Quizás ahora todavía puede con todo, pero a la larga puede pagar el precio de tener una agenda tan llena.

Tenga presente que el estrés puede ser una experiencia que salga cara y de vida sólo tenemos una. Seguro que ésta será más plena si, en lugar de vivirla estresado, la disfrutamos desde la tranquilidad, la alegría y el bienestar con uno mismo.

Autor: Oriol Güell
Fuente: https://www.il3.ub.edu/

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